jueves, 31 de octubre de 2013

Excursión aeropuerto-Moscú

Cogemos el tren para ir hasta Moscú, va atestado de gente pero conseguimos sentarnos. Sale cada media hora y es un trayecto de 35 minutos. Al llegar a Moscú vienen las primeras impresiones: mucha gente con mucha prisa y muchos coches también con mucha prisa pero sin poder moverse por el descomunal atasco que todo lo inunda.
Encontrar un taxi es casi imposible y hay que llamar por teléfono para que nos recoja en la estación. Luis hace de navegante e incluso maneja el GPS del taxista porque parece bastante nuevo y se nos mete de cabeza entre un mogollón de coches metidos en un colapso. A duras penas conseguimos salir y buscar un camino alternativo que nos lleva hasta el hotel.
Hay que tener en cuenta que llegamos al hotel a las 18:30, diez horas y media después de haber aterrizado y sin haber dormido ya que el vuelo fue nocturno.

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